El objetivo es ampliar el patrimonio mediante la conservación y ampliación de documentos
Javier Moya Rufino / Aracena
El Archivo Municipal de Aracena cuenta ya en sus dependencias con la copia original que se conserva del cartel anunciador de las fiestas y feria de 1.914, una vez concluido el proceso de restauración al que ha sido sometido en los talleres de empleo de la Diputación Provincial de Huelva. Incluso es posible que sea el modelo elegido para futuros carteles de toros en la localidad.
El cartel impreso en Valencia por la Imprenta Litográfica J. Ortega en papel de fabricación industrial y con unas dimensiones de 276 cm. x 127.8 cm. anuncia las fiestas mayores de la ciudad, por entonces durante el mes de septiembre.
El cartel llegó al Archivo municipal gracias a la generosa donación realizada en abril de 2.009 por el vecino de Almonaster la Real Santiago Gómez Murto quien lo había cogido en una cuba cuando su destino sería la destrucción en cualquier vertedero de basura. Después, se envía al Archivo Provincial de la Diputación de Huelva para su restauración, ya que su estado de conservación era bastante malo con múltiples desgarros, pliegues y dobleces, suciedad generalizada, manchas y oscurecimiento del color, entre otras alteraciones.
Cartel antes de su restauración
Los trabajos de restauración han sido acometidos entre septiembre de 2.009 y marzo de 2.010 bajo la dirección, supervisión y asesoramiento de la Directora del Archivo Provincial Remedios Rey de las Peñas dentro del Taller de Empleo “Las imágenes del tiempo”. Debido a su estado de deterioro y a sus grandes dimensiones el proceso de restauración ha sido especialmente complejo, por lo que no se ha podido realizar una limpieza húmeda ni una reintegración mecánica, sino manual.
El cartel original quedará depositado en el Archivo Municipal para su custodia y conservación en las condiciones más adecuadas y acordes con su fragilidad. Incluso la Diputación ha regalado al Ayuntamiento una copia en cartón pluma para su exposición pública.El objetivo es que otros ciudadanos sigan este ejemplo para evitar la desaparición de bienes y documentos históricos o antiguos, de forma que puedan ser restaurados, conservados adecuadamente y formar parte del patrimonio común con su entrega de nuevo al propietario.
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