Los jóvenes pasan sus vacaciones
currando para el bien ajeno
Curso del IAJ celebrado en
Valdelarco con 21 jóvenes de Andalucía y otras comunidades españolas
Javier Moya Rufino / Aracena
Currar puede ser divertido hasta
en vacaciones. Uno de los posibles lemas de los 21 jóvenes de todo el país que
han participado recientemente en el campo de trabajo del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) en la
localidad serrana de Valdelarco.
Una iniciativa con un claro
trasfondo medioambiental y turístico a la que se apuntaron estos chavales
procedentes, en su mayoría de Andalucía, y también de comunidades como Madrid,
Murcia o Valencia. Durante catorce días han realizado con duro esfuerzo y, el
calor muy presente, la mejora y recuperación, en algunos casos, de diferentes
espacios naturales y urbanos importantes para Valdelarco.
La jornada matinal comenzaba bien
temprano en el colegio del pueblo, donde se han hospedado, y luego dirección al
bar El Gordo donde tomaban un café y una buena tostada serrana para coger
fuerzas. La jornada de trabajo duraba cuatro horas, de diez a dos de la tarde.
En la plaza de Valdelarco Alfonso, responsable del curso del IAJ, hacía el
reparto de equipos y cada uno de ellos con un monitor. Cada día los jóvenes
cambiaban de grupo y de compañeros para así trabajar en equipo y conocerse bien
entre sí. Los vecinos de Valdelarco están satisfechos e incluso sorprendidos de
ver a chavales de fuera con pico, pala, hoz, carrillo, piquetas y otro tipo de
herramientas necesarias para el desbroce de barrancos, señalizar senderos,
levantar piedras y acarrearlas o bien abrirse terreno para poder subir hasta un
lugar perdido.
De hecho estos 21 jóvenes durante
catorce días han señalizado el sendero entre Valdelarco y Cortelazor la Real y
rehabilitado las obras de dos miradores que el
Ayuntamiento había puesto en marcha en dos zonas cercanas al pueblo y
con vistas del entorno espectaculares. Además la colocación de bancos, arreglo
y levantamiento de muros para los miradores, mejoras en el terreno ya que
hablamos de zonas montañosas y casi siempre en pendientes y colocación de
balizas. Dos grupos han estado muy cerca del caso urbano y otro estaba algo más
retirado en la carretera entre Valdelarco y la N – 433 en un arroyo donde existe una
fuente muy querida y recordada por los mayores del pueblo y que estaba perdida
bajo la maleza. Entre la iniciativa del consistorio serrano y el trabajo ahora
del curso se ha recuperado un espacio muy bello bajo un puente y cercano a la
carretera.
Los chavales han destacado este
curso del IAJ de forma muy positiva, demostrando que se puede pasar parte del
verano fuera de su provincia y hasta de comunidad con un trabajo muy humano y
solidario para el bien ambienta y turístico de zonas rurales y por supuesto muy
desconocidos. El curso incluía, no todo era trabajo físico, la realización de
senderos, viajes a otros pueblos de la Sierra como Aracena y Almonaster la Real,
y la visita a diferentes espacios y monumentos serranos.
El pasado año estuvieron en
Linares de la Sierra, esta ocasión en Valdelarco y si nada ni nadie lo impide
el próximo año ya hay pueblo elegido.
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