La fiesta de la Vera Cruz
en Aracena sigue viva tras siglos de historia
Javier Moya Rufino / Aracena
Aracena
ha vivido un año más la Fiesta de la Cruz, un rito de siglos de historia y
siendo de las tradiciones más antigua de la localidad serrana.
El
momento protagonista fue ayer mañana con la procesión del paso de la Santa Vera
Cruz perteneciente a la hermandad que lleva su mismo nombre, Vera Cruz, y
conocida popularmente en la localidad como la del “Castillo”. Una procesión por
el entorno del cerro del Castillo, concretamente por el conocido como
“carreterín”, en una mañana agradable en cuanto a las temperaturas y donde el
tiempo dejó realizar la procesión.
De
hecho empezó a llover mínimamente al acabar la procesión, justo en el momento
del cambio de varas entre la terna de Mayordomo y Diputados saliente y entrante
bajo el coqueto y monumental atrio del Castillo. Durante la misa y a posteriori
el tiempo sí hizo acto de presencia, aunque ya no deslucía la fiesta, con mucha
lluvia y tormentas durante toda la tarde.
Una
procesión que conserva la afluencia habitual de público de los últimos años,
ayer incluso hasta menos. Una fiesta de siglos, una de las hermandades más
importantes de Aracena, pero donde el público no acude de forma notable.
Tras
la procesión por el cerro acompañado del son del tamboril, tuvo lugar la misa
en el interior del Castillo. En la procesión el paso de la Vera Cruz es portado
por jóvenes costaleros y capataces (20 costaleros más algún relevo y cuatro
valientes capataces). Como singularidad y tradición frente a la procesión del
Jueves Santo, donde sale el mismo paso, ayer llevaba cuatro lazos de color rojo
en cada esquina que portan los cuatro nuevos diputados, dos hombres y dos
mujeres, y la Cruz llevaba el clásico sudario rojo.
Además
por la mañana, previa a la procesión, tuvo lugar la tradicional convivencia de
la nueva terna de mayordomo y diputados entrante por diferentes bares y lugares
de Aracena. Todo al son del tamboril y con la presencia de los clásicos
cohetes.
De
igual forma el sábado por la noche tuvo lugar, como inicio de la Fiesta de la
Cruz en Aracena, el Rosario (no leído ante la ausencia de cura párroco) desde
la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción hacia el Castillo. Tanto en dicho
Rosario como en la procesión de ayer el cortejo estuvo presidido por el
estandarte de la Cruz y por miembros de la Junta de Gobierno de dicha
hermandad, además de representación civil en la mañana de ayer tanto en la
procesión como en la misa. Un Rosario y posterior convivencia bajo el atrio del
Castillo con la presencia del afamado tamborilero Félix de Carboneras.
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