Cortelazor la Real disfruta de la
Coronada
Javier Moya Rufino / Cortelazor la Real
La Romería de Nuestra Señora de
la Coronada en Cortelazor la Real se celebró ayer con éxito, mucho público y un importante número de carrozas para un
pueblo con poca población, mucho frío matinal y nocturno, diversión durante
toda la jornada y ausencia de incidentes reseñables.
Tras varios días de cultos
religiosos, con el habitual triduo, ayer mañana pasadas las siete y media de la
mañana comenzaba el repique de campanas en la céntrica Plaza de Andalucía,
junto a la iglesia, en cuyo dintel esperaba paciente el carretón de la Coronada
y los enseres para la romería.
Poco después de las ocho de la
mañana la Junta de Gobierno de la Hermandad, autoridades civiles, y cura
párroco fueron en comitiva, sin el carretón, a la casa del Mayordomo de este
año, Alberto Moya, un joven vecino implicado en su pueblo con fe arraigada en
su familia y gran devoción a la Coronada.
En pocos minutos muchos vecinos, algunos
con su traje típico de romero y de gitana, se agolpaban a las puertas de la
iglesia. Las carrozas, sobre una docena, llegaban de igual forma a la plaza y
otras esperaban en la carretera de Hinojales por donde discurre la romería
durante unos cinco kilómetros. Un mulo era el encargado de soportar el peso del
carretón. El camino se iniciaba con un recorrido por el centro del pueblo y
luego en dirección al paraje de la Coronada, en todo momento por carretera y
custodiado por Protección Civil. Reseñar este año las bonitas colgaduras en
diferentes puntos del pueblo con inscripción y devoción hacia la Coronada
además de la petalada al carretón en la plaza, justo después de pasar el
Ayuntamiento.
Todo con el ambiente musical del
tamborilero Félix de Carboneras, acompañado de una doble incursión local, una
joven y otra veterana, la clásica charanga Los Moraos, la animación de los
hermanos y vecinos más algún curioso y visitante de otros pueblos.
Un camino bonito, con parajes de
grandes dehesas de encinas y alcornoques y huertas serranas que lucen su
belleza en esta primavera más que en otras ocasiones debido a las constantes
lluvia de estos últimos meses, como testigos de excepción. Alguna que otra
parada para coger fuerzas, refrigerio y necesario baile.
En un camino de convivencia,
bailes y disfrute sobre el mediodía se llegaba a la ermita de la Coronada, misa
de rigor y después agradable tarde convivencia en un paraje coqueto y con
preciosas vistas.
Por la tarde regreso al pueblo y
por la noche siguió la fiesta, ya en la última jornada, en la citada plaza. Y
hoy lunes el pueblo de Cortelazor vive
uno de sus dos días de fiesta local durante el año y de merecido descanso para
muchos.
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