Los alumnos de cocina y los empresarios de la Sierra mantienen un encuentro en el instituto San Blas
Javier Moya Rufino / Aracena
El I.E.S San Blas de Aracena ha acogido un encuentro entre los alumnos de los diferentes ciclos formativos del centro y los empresarios de la comarca, principalmente de la localidad, quiénes están comprometidos con la educación de los jóvenes ya que los acogen en la realización de sus prácticas formativas.
Sobre todo son los estudiantes del modulo de cocina, unos 60 alumnos, aunque también del modulo de educación infantil dentro del ciclo de Grado Superior y del modulo de atención socio-sanitaria de Grado Medio.
Un proyecto donde han colaborado los responsables del Restaurante Montecruz de Aracena, el restaurante Arrieros de Linares de la Sierra, el Hotel Sierra Luz de Cortegana y la Confitería Gran Vía de Aracena.
I.E.S San Blas de Aracena en la parte exterior de los patios que dan al pabellón cubierto / J.M.R.
Además de representantes de diferentes administraciones como el Patronato provincial de Turismo con su responsable en la Sierra, Manuel Iglesia, a la cabeza, junto a Cinta Aguilar, presidenta de la asociación de empresas turísticas de la Sierra, Toñi Rodríguez delegada de la FOE en la Sierra y Leandro Hacha del departamento de Desarrollo Local del Ayuntamiento de Aracena.
Una cita que ha estado centrada en torno a un almuerzo donde los diferentes alumnos de cocina han demostrado su trabajo diario y valía profesional. También ha habido tres alumnos del ciclo de escuela infantil.
El modulo de cocina tiene dos cursos con unos veinte alumnos cada uno de ellos, sumando alumnos del PCPI (curso de preparación ocupacional inicial) vinculado al curso de cocina. Así pues un total de unos sesenta alumnos.
La actualidad el I.E.S San Blas pasa ahora mismo por la semana de la paz a finales de mes y principios de febrero. Entre las actividades previstas está la intervención de políticos locales delante del alumnado para acercarles ideas e ideologías diferentes. Otro día estará presente un reconocido científico del CSIC (centro superior de investigaciones científicas) y un mercadillo de objetos usados para seguir dando vida a nuestros productos como ya hacían a la perfección nuestros antepasados.
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