Nº VISITAS A LA GRUTA DE LAS MARAVILLAS AÑO 2011

La Gruta de las Maravillas registra un ascenso de visitas durante 2011 situándose en 130.000 personas

Un ascenso en 2011 pese al año de crisis y con un descenso leve desde el 2007 . El año 2011 ha sido muy importante para la Gruta entre otras cosas por recuperar la fachada original tal como la diseñó el arquitecto Aníbal González en el pórtico de entrada a la Gruta

Europa Press

La Gruta de las Maravillas, ubicada en la localidad serrana de Aracena, ha sido visitada durante el año 2011 por unas 130.000 personas, registrando un ascenso del número de visitas de unas 1.700 personas aproximadamente respecto al año 2010.

Según los datos ofrecidos a Europa Press por la oficina de Turismo de la localidad, las fechas en las que la gruta recibe más visitas es el mes de agosto, los puentes festivos, la Semana Santa y los fines de semana del otoño, coincidiendo con la temporada alta de la Sierra.

Desde que comenzó la crisis la gruta, una de las más visitadas de toda España, se ha resentido por la situación económica, ya que desde el año 2007 el número de visitas ha descendido, excepto en 2011, año en que se ha producido un pequeño repunte.

Así, en 2007 unas 150.000 personas visitaron la gruta, en 2008 unas 5.000 personas menos y en 2009 unas 140.000 en total. Durante 2010, el descenso de visitas fue más acentuado, ya que 11.000 personas menos accedieron a la gruta. Sin embargo, en 2011 ha aumentado el número en unas 1.700 personas, llegando a las 130.000 visitas.

La duración media de la visita es de 45 minutos, así como la longitud del recorrido es de 1.200 metros. Cuenta con una humedad relativa de 90-98 por ciento y es indispensable para su conservación y mantenimiento que los turistas no toquen las formaciones ni usen cámaras fotográficas ni de vídeo.

En el año 2014, la Gruta de las Maravillas celebrará el centenario de su apertura al turismo, siendo una de las primeras cavidades turísticas abiertas en España, una circunstancia que supuso un punto de inflexión en la historia de Aracena, que la ha convertido en una de sus señas de identidad.