Javier Moya Rufino
El pueblo serrano de Cortelazor
la Real vivió el pasado jueves día 10 de enero un suceso que no tuvo final dramático
gracias a la intervención y ayuda de varios vecinos de la localidad además de
diferentes profesionales.
Todo ocurrió a primeras horas de
la mañana del pasado jueves cuando en la plaza de Andalucía, pleno centro de
Cortelazor junto al Ayuntamiento e Iglesia, varios vecinos empezaron a ver
salir por las ventanas de una casa bastante humo. Se trataba de una vivienda
donde viven dos personas mayores, una mujer y un hombre, estando este último en
la cama ante su actual y delicada situación de dependencia.
En ese momento llegaba a la
plaza, como hace cada semana, un frutero de venta ambulante desde el municipio
extremeño de Acebuchal de nombre Federico y más conocido como “el Tío Manolo”. Curiosamente
este hombre viene siempre a Cortelazor los miércoles y en esta ocasión lo hizo
el jueves. Casualidades de la vida, tanto él como otro vecino de Cortelazor, éste
más joven, y conocido como “Tito” entraron en la vivienda y sacaron en primer
lugar a la mujer mayor. Después en compañía de dos personas más lo hicieron con
el hombre que seguía en la cama. Fueron escasos minutos, pero de mucha tensión
y donde cada vez el incendio iba a más, y sobre todo, el humo impedía la
estancia de estas personas en la casa. Todos ellos empezaron a padecer importantes
sensaciones de asfixia.
Antes de que llegaran a Cortelazor
efectivos del parque de bomberos de Aracena, tardando solo unos diez minutos, y
del equipo médico del municipio, que tardó aún menos tiempo, los vecinos habían
sacado a la calle a estas dos personas mayores.
Otras personas, gracias al
extintor que estaba en el Ayuntamiento y que llevó un trabajador del propio
consistorio, sofocaron gran parte del incendio subiéndose con una escalera por
la parte trasera de la vivienda hasta alcanzar las ventanas, desde donde
pudieron sofocar gran parte del incendio. La vivienda, según cuentan algunos
testigos, tiene mucha suciedad por el humo pero no ha sufrido excesivos daños
materiales, aunque en las dependencias más próximas a donde empezó el incendio
también los hay como el televisor, totalmente carbonizado.
Los dos primeros protagonistas,
tanto Federico “el Tío Manolo” como “Tito” debido a la inhalación de humo
tuvieron que ser trasladados rápidamente al Hospital de Río Tinto. En el último
caso estuvo poco tiempo, pero Federico aún sigue hospitalizado. De hecho desde
el jueves ha estado en un estado de salud de bastante gravedad porque tras el
suceso le dio un infarto. Sin embargo, por suerte, está fuera de peligro y la
última información es que ayer lunes estaba previsto, sin estar confirmado, el
traslado a un hospital de Mérida, y así estar más cerca de su pueblo al ser
natural de la comunidad vecina de Extremadura.
Además de la efectiva
participación de varios vecinos hay que destacar la rápida intervención del
equipo medico del municipio, del parque de Bomberos de Aracena y también la
Guardia Civil.
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