La tradicional
Rifa del Piñonate en Linares de la Sierra este Domingo de Resurrección
Javier Moya Rufino / Linares de la Sierra
El pueblo de Linares de la Sierra
acogerá un año más este Domingo de Resurrección de su popular y querida rifa
del piñonate.
Una cita que muchos vecinos de
Linares junto a bastantes visitantes y curiosos no se pierden cada año.
La rifa del piñonate se hace a
beneficio de la Hermandad Sacramental, donde están implicados bastantes vecinos
de este pequeño pueblo serrano. Por la mañana temprano, sobre las nueve y
media, será la misa en la iglesia de San Juan Bautista y después el cura
párroco local irá hasta la antigua casa del cura, justo al lado de la iglesia,
para bendecir los piñonates que formarán parte de la rifa. Así pues todo
comenzará en torno a las diez de la mañana. En estos últimos años se están
haciendo entre 400 y 500 roscas de piñonate.
El rito es muy sencillo. Bajo la
apuesta de un euro el responsable de la mesa de juego te entrega cuatro cartas
de la baraja española. Cuando se completa la venta de toda la baraja (48
cartas) una mano inocente corta otra baraja y la carta que se levante es la
ganadora. La persona que la tenga se lleva la rifa en cuestión. A más euros
apostando más cartas tienes y más opciones de llevarte la rosca.
En la apuesta siempre tiene que
haber una rosca de piñonate, aunque en muchas ocasiones el premio es mayor
porque incluye otros regalos como vinos, dulces, tartas, aceitunas, licores,
dulces caseros e incluso productos ibéricos. Para quiénes no juegan o no
quieren hacerlo existe la posibilidad de la venta directa de la rosca, que
muchas veces se hace el sábado e incluso el domingo, con un precio habitual de 5
euros.
El juego es entretenido e
incesante. Hay momentos donde la venta de toda la baraja se hace con rapidez y
en otras tarda un poco más. En estos últimos años suele haber dos o tres mesas
en las dependencias de la antigua casa del cura e incluso en la cochera de una
vivienda ubicadas justo enfrente.
Normalmente los apostantes van de
mesa en mesa viendo qué apuestan en cada una de ellas y según el premio juegan
o no.
Lo que más se rifa son las roscas
de piñonate, realizadas por mujeres del pueblo los días previos, y de vez en
cuando otros artículos de interés que son regalados por vecinos de Linares y
miembros de la Hermandad Sacramental.
Y para el final se deja siempre
los productos que podíamos denominar estrellas o más demandados; dos roscas de
piñonate gigantes en forma de cáliz, paletilla y los afamados dulces de Aracena.
De antaño la tradicional rifa del
piñonate de Linares de la Sierra duraba muchas horas, pero el gran trabajo
previo sumado a los gastos económicos que supone para un pueblo reducido en
cuanto al número de personas, he hecho que la rifa dure hasta mediodía. También
antes se hacían muchas más roscas, pero para una localidad de unos 300
habitantes contar casi con el doble de roscas es un mérito notable. A su vez,
como gran finalidad, la Hermandad Sacramental obtiene unos beneficios
económicos muy importantes para sus proyectos anuales y subsistencia propia.
Para quien no pueda acudir este
Domingo de Resurrección tendrá una segunda oportunidad el 15 de agosto, día que
también se realiza la curioso y concurrida rifa del piñonate de Linares de la
Sierra desde las diez de la mañana hasta mediodía.