Como todos los años, a mediados
de octubre se empieza a hablar del castañar. Todos los años son los mismos
problemas, bajas producciones, bajos precios, altos costes, robos, etc. Hace
más de 10 años que empecé a trabajar en el tema del castañar, y siempre escucho
por parte del sector las mismas reivindicaciones, y créanme los castañeros
llevan razón. Son numerosos los estudios e informes que he realizado sobre el
tema y, en todos, la rentabilidad del cultivo es negativa, y bastante negativa.
Pero que es lo que pasa ¿es que
no hay soluciones? ¿es que estamos destinados a ver desaparecer los castaños y
no podérselos legar a nuestros hijos? ¿es que estamos condenados a verlos
adehesarse como ha sucedido con el olivar? Pues no, por supuesto que hay
soluciones, caras, costosas y de un fuerte impacto ambiental, pero soluciones
las hay.
Si somos claros, las variedades
de castaños que existen en nuestra zona no son apetecibles desde un punto de
vista comercial, y no pueden acceder a los principales mercados como consecuencia,
por ejemplo, de que tienen una alta incidencia de patógenos y por sus
características genéticas presentan ciertos aspectos negativos. Como el caso de
la dificultad que presentan para el pelado de las castañas por medios mecánicos
y es necesario someterlas a ciertos tratamientos para conseguir este pelado.
Todo ello intuye que lo primero que tenemos que plantearnos es un cambio
varietal hacia otras variedades más comerciales y por supuesto más productivas.
Pero, ¿Qué variedades son las más adecuadas? Ya existen experiencias de algunas
de estas variedades que hizo en su día la Mancomunidad de Municipios Ribera del
Huelva, y los resultados fueron bastante interesantes, pero por cosas de la
crisis, la experiencia se paralizó. Si bien estos castaños injertados con las
nuevas variedades siguen su vegetación, y se van viendo resultados muy
interesantes. Lógicamente, este cambio varietal debe ir acompañado de unas
nuevas técnicas de cultivo, que no son ni mejores ni peores que las actuales,
simplemente distintas, y más acordes con las necesidades de estas nuevas
variedades, pero tan compatibles y sostenibles como las que se están utilizando
actualmente.
Imágenes de un castañar serrano y la campaña de recogida, como cualquier año. / J.M.R.
Por otro lado, también es
necesario tener en cuenta los beneficios desde un punto medio ambiental, turístico,
etc. que la existencia de los castaños reporta a la Comarca. Estos aspectos es
necesario tenerlos en cuenta y por una serie de métodos de valoración
agronómica es muy fácil realizar una tasación de los valores externables que
proporciona el castañar por su propia existencia. Una existencia que
lógicamente depende de los propietarios de los castañares, que con su cultivo
permiten que estos monumentos puedan pasar de una generación a otra. Si bien,
como es lógico, no se puede pensar en que el beneficio de todos caiga sobre la
espalda de unos pocos, por lo que se haría imprescindible primar su
mantenimiento, si la idea es mantenerlo como está ahora. Pero ojo, un
mantenimiento controlado, en el que se exija a los propietarios la realización
de las distintas labores que el cultivo necesita, de manera que cada finca sea
inspeccionada anualmente. Esto lógicamente implica la formación de las personas
que se ocuparan del tema, porque el castaño, sigue siendo el gran desconocido
dentro de las Administraciones y de las Escuelas de Universitarias.
Según he venido exponiendo,
soluciones para el castañar, las hay. Lo que sí que es necesario es compromiso
por aplicar estas soluciones, y compromiso por mantener y potenciar un
ecosistema único en el sur de Europa. Porque el castañar, en la situación en
que se encuentra en estos momentos, tiene mala pinta. No puedo establecer un
censo de la superficie cultivada que queda de castañar en el Parque Natural,
pero seguro, por mi experiencia a pie de campo, puedo decir que son muchas
menos de las 5.000 has. de las que se habla en muchos foros. Este es un dato de
hace más de 15 años, y este es un cultivo que depende de la mano del hombre,
dado que si se abandona, castañar degenera y se ven invadido por otras especies
de crecimiento más vivaz, como el pino, por ejemplo, que termina por ahogarlo.
Es nuestra obligación mantener y
potenciar los castaños para que nuestros hijos y nuestros nietos puedan
disfrutar de estos monumentos naturales.
* Artículo realizado por SANTIAGO RODRÍGUEZ BARZABAL "MOLI" a través de la publicación que hacíamos en el blog el pasado lunes, concretamente nuestro habitual resumen de prensa donde se recogía la preocupante situación del castañar. Como seguidor del blog planteó, desde la experiencia, escribir un artículo sobre el tema y aquí aparece literal sin vetos ni censura. Noticia en el resumen de prensa a continuación:
GEAGAR
Consultoría, Proyectos y Servicios
Consultoría, Proyectos y Servicios
Santiago Rodríguez Barzabal
Ingeniero Técnico Agrícola C.N. 2.984
C/ Campito, 41
21200 - Aracena (Huelva)
Tel./Fax. 959 12 81 24 Movil. 670 80 68 26
Ingeniero Técnico Agrícola C.N. 2.984
C/ Campito, 41
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Tel./Fax. 959 12 81 24 Movil. 670 80 68 26
Llevo años alertando de que si el castañar serrano desapareciese este Parque Natural sería un espacio protegido con mucho menos valor medioambiental, sin un ecosistema único en esta parte de Andalucía. Se restaura una ermita abandonada que esté situada en medio del campo por ser un testimonio histórico de nuestro pasado, así como una muralla de un castillo. ¿Por qué entonces no se arbitran fórmulas técnicas y económicas para restaurar, es decir, recuperar y mantener, un cultivo, un árbol, que representa toda una forma de vida de nuestro Parque.Hace años aglutiné una Mesa de Defensa de este cultivo. ¿Existe hoy día? ¿Dónde estás las iniciativas del sector? Podría seguir con más cuestiones pero.............
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