Javier
Moya Rufino / Los Marines
El
pueblo serrano de Los Marines disfrutó y vivió ayer uno de los días más grandes
de su historia reciente.
Era
la romería número 50 de su patrona, la Virgen de Gracia, y el pueblo se echó a
la calle. Previamente días de cultos religiosos, exorno de la Plaza Carlos III
(en honor al rey que independizó esta villa de Aracena hace 250 años), y sobre
todo debido a la efemérides de la romería había muchas colgaduras en la iglesia
y entorno de la misma. Sin duda alguna era una romería diferente y la gente lo
sabía. Más colgaduras en los balcones de los devotos que otros años, más
petaladas también, cánticos y otros elementos únicos.
Pasadas
las diez de la mañana al son del tamboril, de cohetes y con la Banda de El
Cerro del Andévalo salía el Simpecado de la patrona que era colocado en su
carretón blanco, portado por unos preciosos y grandes bueyes llegados de Camas.
Justo
después el momento más esperado, cuando la parte exterior de la iglesia estaba
abarrotada de público con vecinos que iban llegando de todas las calles, con la
salida de la patrona. Muchas mujeres vestidas de gitana y ellos con vaquero y
blusa principalmente, junto a algún que otro romero.
La
Virgen de Gracia salía del templo marinero como es habitual, portado por
hombres en andas. A destacar que la Virgen iba vestida de Pastora, siendo un
estampa preciosa y a recordar en la memoria colectiva. Tras la salida de la
Virgen el carretón, como siempre, iba delante al son del tamboril, y por detrás
las andas de la Virgen de Gracia con la citada banda de música. A pocos metros,
en la plaza, la primera petalada.
Cada
vez más vecinos y visitantes, las carrozas que empezaban a iniciar el camino de
la romería.
Tras
pasar la plaza uno de los momentos más esperados con una doble y preciosa
petalada junto al cántico de unos jóvenes que amenizaban los primeros momentos
de romería y animaban a los presentes. Preciosos cánticos de tres jóvenes,
destacando la fuerza y bonita voz femenina.
Con
la llegada a la travesía de Los Marines, de gran longitud, se produce el
momento de mayor número de personas y público; tanto quiénes van a echar el día
de romería como los que se quedan en el pueblo, pero que salen a ver a la
patrona. Pese a todo ayer la salida duró casi dos horas.
Como
gran novedad, por primera vez en la romería de la Virgen de Gracia, la patrona
de Los Marines no fue llevada en andas por los vecinos hasta el paraje donde
echan el día de disfrute y convivencia, ya que al final de la travesía y antes
de salir a la carretera esperaban dos bueyes en una plataforma donde fue
portada la imagen de la patrona. Así pues el camino continuó con el carretón
del estandarte y dos bueyes, y en otra plataforma la Virgen y otros dos bueyes
de gran tamaño y bella planta para sorpresa de todos. Una novedad bien acogida
y que muchos querían inmortalizar. Animales y boyeros llegadas de la localidad
sevillana de Camas.
Una
romería de Los Marines que contó por supuesto con todo el dispositivo de
seguridad por Protección Civil y Guardia Civil. El tramo de romería por
carretera es corto, algo más de un kilómetro, aunque se vive muy intensamente
por el pueblo.
Y
tras el día de convivencia y disfrute por la tarde tenía lugar la vuelta al
pueblo. De nuevo el carretón y la plataforma con el Simpecado y la patrona con
el tamborilero Félix de Carboneras animando la romería (casi veinte años
acompañando a la Virgen de Gracia). La entrada al pueblo, casi de noche, es
otro momento bonito y esperando donde quiénes no han ido a la romería se echan
a la calle para ver a la patrona en su 50º de romería y esperando las fiestas
de septiembre y la romería del próximo año.
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