CONTRA EL RECORTE DE
LA ESPERANZA
Irremediable y lamentablemente
nuestra intervención en este blog en esta ocasión no puede sino centrarse en
algo que ha sacudido con contundencia los pilares de nuestro modelo social y de
convivencia, como es el paquete de medidas recientemente aprobadas por el
Gobierno de la Nación y que constituye
el mayor recorte y retroceso de derechos de nuestra historia democrática.
Llueve sobre mojado, porque dichas
medidas se suman a las impuestas en los últimos meses (y a las que
desgraciadamente seguirán adoptando) en una estrategia gradual, pero cada vez
más asfixiante, para imponer el modelo de sociedad que defiende la derecha de
nuestro país, y lo hacen amparándose en una crisis que ellos (la derecha política
y la derecha económica) crearon y de la que están sacando pingües beneficios.
Porque por mucho que quieran tergiversar y reescribir la historia es en la
política de liberalización del suelo y de las finanzas que impulsó el Gobierno
Aznar donde se encuentra el origen de la crisis actual.
Una crisis que le sirvió al PP para
ganar las elecciones generales de noviembre, eso sí mintiendo sin el más mínimo
escrúpulo, como los socialistas nos cansamos de advertir y posteriormente se ha
confirmado, porque no es ya que ocultaran lo que ciertamente pensaban hacer,
sino que están haciendo todo lo contrario que prometieron, causando un daño
irreparable a la credibilidad de nuestro sistema democrático.
Dijeron que no subirían impuestos y
los han subido prácticamente todos, eso sí principalmente los que afectan de
forma indiscriminada al conjunto de la ciudadanía (sin tocar las rentas y
patrimonios más altos): el IRPF, el IBI y el IVA. Resulta escandaloso recordar
lo que dijeron cuando en la anterior legislatura se oponían a una subida del
IVA de dos puntos y ahora, sin sonrojarse, no sólo no bajan esos dos puntos,
sino que suben tres.
Dijeron que no rebajarían los
derechos de los trabajadores y han aprobado una reforma laboral que los deja
prácticamente sin derechos, que facilita el despido y que genera más paro.
Dijeron que no bajarían las
prestaciones por desempleo y las han reducido alegando que los parados son unos
vagos que no buscan empleo porque están muy bien con el subsidio.
Dijeron que mejorarían la educación
pública y la están condenando en favor de la privada, lo que tiene un fuerte
componente ideológico, ya que se trata de que haya una educación para hijos de
familias con dinero y otra para hijos de familias con pocos recursos: menos
presupuesto educativo, menos becas, menos profesores...
Dijeron que preservarían nuestro
modelo sanitario (que es uno de los mejores y más baratos del mundo) y les ha
faltado tiempo para empezar a desmontarlo: drástico recorte presupuestario,
copago farmacéutico y exclusión de más de 400 fármacos, menos servicios y
prestaciones...
Dijeron, aunque nunca creyeron en
ella, que respetarían la Ley de Atención a la Dependencia y no perdieron tiempo
en paralizar su aplicación y, ahora, en recortar sus prestaciones.
Dijeron que subirían las pensiones y
con medidas como las subidas del IRPF, IBI e IVA, el copago farmacéutico o los
recortes a la Dependencia han bajado el poder adquisitivo y la calidad de vida
de millones de pensionistas.
Dijeron que no bajarían el sueldo a
los trabajadores públicos y no han dejado de hacerlo desde que llegaron...nunca
un programa electoral sirvió para engañar a tanta gente y para hacerle tan poco
caso.
Medidas todas estas y otras muchas que tienen
por objeto dinamitar nuestro modelo social, el que con el esfuerzo de todos (y
aún con carencias) hemos construido en tres décadas de democracia con la
iniciativa y el impulso de los diferentes gobiernos socialistas, medidas que de
forma escandalosa fueron jaleadas y aplaudidas al ser anunciadas en el Congreso
por el presidente Rajoy (es curioso que para, según dicen, no gustarles, lo
bien que lo disimulan), medidas que el PP justifica nuevamente haciendo uso de
la mentira y apoyado en el entramado mediático que les rodea (y al que ahora
suman a RTVE, volviéndola a convertir sin el más mínimo pudor en una radio y
una televisión de partido, porque ellos no saben gobernar sin un poderoso
aparato de propaganda).
No es cierto que estas medidas sean consecuencia de la herencia recibida
del anterior gobierno socialista: la deuda pública de nuestro país está por
debajo de la de países como Alemania o Francia, el mayor desfase en el déficit
público está causado por comunidades autónomas gobernadas desde hace 15 años
por el PP (como Valencia o Madrid), el mayor problema que tenemos es la deuda
del sector privado y, especialmente, del bancario (por cierto, ¿quién sino el
PP ha tenido mayoría y ha nombrado a los responsables de las cajas de Madrid,
Valencia y Galicia causantes en su mayor parte del agujero financiero que ahora
tenemos que pagar todos?).
No es cierto que no haya otro remedio
que recortar donde se ha recortado, ¡claro que lo hay!, lo está demostrando el
gobierno socialista francés (paralizando la subida del IVA y creando un
impuesto para las grandes fortunas, por ejemplo) o aquí en nuestro país el
Gobierno de Andalucía, a pesar del acoso y las imposiciones del gobierno
español. Detrás de cualquier medida fiscal para aumentar los ingresos, de
cualquier recorte del gasto, hay una ideología y está muy clara cuál es la del
PP cuando sube la presión fiscal a las rentas medias y bajas, pero no a las
altas, o cuando recorta el gasto en políticas sociales y no en otras.
No es cierto que todos estos
sacrificios vayan a servir para algo, no son la solución de la crisis, sino que
van a agravarla y prolongarla, ya que al retraerse el consumo caerán más
empresas y aumentará el desempleo (lo ha reconocido el propio Rajoy), generando
más injusticia, desigualdad y sufrimiento. Prueba de ello es que después de
seis meses de gobierno “popular” y recortes brutales todo ha ido a peor y nos
encaminamos a un retroceso social de décadas.
Ante este panorama de recesión
económica sin fin y de involución social, no cabe la inacción, el conformismo
ni el mirar para otro lado, por eso los socialistas, como tantos otros
ciudadanos, no nos resignamos y vamos a
estar denunciando cada injusticia, rechazando cada medida discriminatoria,
aportando propuestas constructivas y construyendo, con la inmensa mayoría
social de nuestro país, una alternativa que, en medio de tanta desesperanza y
frustración impuestas, aporte luz y futuro para todos y todas.
Firmado: Manuel Guerra y,Silvia Durán, Inés
Martín, Manuel V. J. Garrochena, Mª Ángeles
Domínguez, Cande Martín y Eduardo Nevado.
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