José Fernández canta al sentimiento cofrade y recita la fe mariana
Javier Moya Rufino / Aracena
José Fernández García, más conocido en Huelva capital como “Pepe de Aracena” ha pregonado la Semana Santa de Aracena del presente año 2012 bajo un canto de antiguos recuerdos, ilustre sentimiento, venerable devoción y real fe mariana, junto a un pontifical de emociones.
Un pregón realizado durante más de una hora en el interior de una fría, pero cálida en cuanto a presencia de público, Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y en palabras del pregonero “catedral de la Sierra”. Previamente, presentado por Jesús Antonio Miranda Carrión; cofrade de pro y jesuita de nacimiento, quien tiene el placer de ser el capataz general de la Hermandad en el presente, cada Madrugá de Viernes Santo, del paso de Cristo con Nuestro Padre Jesús Nazareno y el palio con María Santísima de la Amargura. La Hermandad e imágenes sacras más mencionadas y presentes en el pregón de José Fernández, ya que el cariño hacia esta corporación nazarena, como indicaba en su oratoria, le viene desde pequeño por un fuerte arraigo familiar que ha sabido mantener y ampliar hacia sus hijas.
La Semana Santa hay que “sentirla, amarla y sobre todo vivirla” y más en una ciudad de Aracena llena de “antigüedad, arte y devoción”. Y todo ello debe estar presente en un cofrade como reflejo de “su compromiso de fe, y en definitiva, un estilo de vida”.
A lo largo del pregón fue ensalzando el recorrido por orden cronológico de las seis hermandades de penitencia de Aracena; Borriquita el Domingo de Ramos, Cautivo el Miércoles Santo, Santa Vera Cruz el Jueves Santo, Padre Jesús en la Madrugá, el Silencio en la tarde de Viernes Santo y la Soledad el Sábado Santo.
A su vez, ha ido entremezclando recuerdos de su niñez con el esbozo de sonrisa de muchos presentes, la luz en estos días, la fe que no ha de perderse, la devoción mariana, los pequeños y grandes detalles de los días previos como el Vía Crucis, Traslado de Jesús o Viernes de Dolores. Y la juventud viva en la localidad cebollera desde su simpática, sin olvidarnos del trasfondo religioso, Semana Santa Chica.
Un pregón bajo la unión constante, como si del río Odiel se tratara, del norte y sur de la provincia de Huelva, es decir, de Aracena y Huelva capital. Su lugar de nacimiento y actual residencia por motivos laborales, respectivamente. O lo que es lo mismo la Amargura y la Esperanza, dos sentimientos casi antagónicos, pero ensalzados mediante su tímida aguja y manos de oro. De hecho en la actualidad, además de otras imágenes marianas en la provincia tanto en este momento como a lo largo de su vida, es el vestidor de María Santísima de la Amargura y la Esperanza de Huelva, primera imagen capitalina coronada.
Y en recuerdo de una Coronación Canónica ha recordado, con agrado de todos y bonitos versos, la realizada en Aracena en septiembre del 2010 a la patrona de la ciudad, Nuestra Señora del Mayor Dolor.
Finalmente, José Fernández culminaba su pregón con un atisbo de ligera sonrisa, satisfacción interior contenida y sin poder huir del protagonismo anónimo y merecido.
Y si lo empezaba mirando de frente, bajo el silencio y una respiración palpable, hacia el altar; presidido por el Santísimo Sacramento más las imágenes de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima de la Amargura y San Juan Evangelista, así mismo lo finalizaba. En concreto, empezó su cántico a la Semana Santa de Aracena en honor a Jesús Nazareno y lo culminó hacia la virgen de la Amargura.
A la salida de la Parroquia, felizmente terminada gracias al sudor de todo un pueblo y el ahínco sufridor de su cura párroco Longinos Abengózar Muñoz, muy presente en el pregón, caía una fina llovizna que bien recordaba a las muchas lágrimas derramadas en el interior del tempo. Aunque en esta ocasión no de amarguras de la vida sino de la esperanza de la alegría, y gracias a una voz masculina.
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